Cristianismo y Fisica Cuantica

 La analogía entre la naturaleza dual (espíritu-materia) del verdadero Dios de la Luz y la naturaleza dual (onda-partícula) de la teoría de la luz natural de Albert Einstein

No hay duda de que vivimos en una época en la que la gente corre de aquí para allá y de allá para acá, y la ciencia se multiplica a pasos agigantados.

Cuatrocientos años antes de Cristo (400 a.C.), Dios le dio una Palabra al profeta Daniel, pero no era para su tiempo, sino para estos tiempos, en los que estamos presenciando ahora.  Dios le dice: “Pero tú, Daniel, calla las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” (Daniel 12:4- RVR1960). 

En los últimos cincuenta años, con los descubrimientos de la “Física Cuántica”, los logros tecnológicos se han producido a un ritmo tan vertiginoso que ha atrapado al mundo de maneras que antes sólo se imaginaban en la ciencia ficción. Algunas de estas innovaciones transformaron nuestra vida diaria, como la electricidad, la radio, la televisión, la fibra óptica, las computadoras, el Internet, la Web, y muchos otros inventos que se han convertido en una necesidad en la faceta diaria de nuestra vida. 

Vimos aviones dejar sus hélices en el suelo y volar por los aires a altas velocidades con sus potentes motores a reacción hasta romper la barrera del sonido. El 20 de julio de 1969, aproximadamente 650 millones de personas observaron, en suspenso, cómo Neil Armstrong descendía por una escalera hasta la superficie de la Luna; no sólo lo vieron caminar sobre la Luna, sino que también lo oyeron decir al mismo tiempo: "Ese es un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad".

En 1920, Einstein ganó el Premio Nobel de Física por su "teoría dual (onda-partícula) de la luz natural". Dijo que la luz se comporta tanto como una onda (no se ve a simple vista) y como partículas (se puede ver); nanopartículas, a las que llamó fotones. Estos paquetes de partículas (fotones) dan a la luz natural su color. Al pasar a través de un prisma, la luz natural del sol o de cualquier otra fuente se dispersa en los siete colores primarios; de manera similar, en un día lluvioso, la luz del sol pasa a través de las gotas de lluvia y la luz se dispersa, creando un hermoso arco iris.

La teoría dual (onda-partícula) de la luz natural de Einstein es análoga al concepto cristiano de Dios, la Luz Verdadera, también es de naturaleza dual (Espíritu-materia). “Dios es Espíritu” (Juan 4:24). Análogamente, a la naturaleza ondulatoria de la luz, no se puede ver la onda de luz, tampoco se puede ver el Espíritu de Dios porque es Espíritu. “A Dios nadie le ha visto jamás” (Juan 1:18).

Dios es Luz

Esa Luz, la Luz Verdadera, el Espíritu de Dios, es análoga a la onda de luz natural que no se puede ver. Pero desde el principio, desde la misma caída del hombre cuando se sumió en las tinieblas y fue expulsado del Jardín del conocimiento de su Creador. Como dice el texto Bíblico en Romanos Capitulo I, "Pues habiendo conocido a Dios, no le reconocieron como su Dios, sino que sus corazones fueron entenebrecidos, debiendo ser sabios se hicieron necios, dándole culto a la Creación antes que al Creador." 

Desde la misma caída del hombre, por la transgresión a las Leyes del Jardín, en donde habitaba en paz y harmonia en contacto con el Creador y su Creación, el propósito de Dios es traer de regreso al hombre del Jardín de donde fue expulsado. 

Desde el libro de Génesis hasta el libro del Apocalipsis esta plasmado el propósito de Dios de traer de nuevo al hombre de ese exilio en donde se encuentra sumido en las tinieblas de su naturaleza caída. El texto Bíblico dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo Unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda mas tenga la vida eterna." Juan 3:16. El Profeta Isaias en el Capitulo 7:14, profetizó del que vendría a traer la Luz que sacaría al hombre de las tinieblas en las que se encuentra y dice: "Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebira' y dará a luz un hijo, y llamara' su nombre Emanuel."

 Jesús es Luz

Esa Luz, la Luz Verdadera, el Espíritu de Dios, es análoga a la onda de luz natural que no se puede ver, ahora podía verse, análoga a la partícula de la luz natural, cuando Dios envió a su Hijo, de quien habla Juan, como el Verbo encarnado (Espíritu-Materia). Dios envió a su Hijo, de quien habla Juan, como el Verbo encarnado (Espíritu-Materia). Entonces Juan dijo de él: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). El Verbo (no se podía ver) análogo  a la onda de luz natural. Y dijo de nuevo: "Y  ese Verbo (Espíritu, no se veía), se hizo carne (partícula, materia se veía) como la teoría de la luz de Einstein). El Verbo (no se podía ver) análoga a la onda de luz natural. Y dijo de nuevo: "Y ese Verbo (Espíritu, no se veía), se hizo carne (partícula, materia se veía) como la teoría de la luz de Einstein). La partícula de la Luz Verdadera de Dios habitó entre nosotros, y vimos su Gloria, como el unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad". (14).

Seiscientos años antes de Jesucristo (600 a.C.), el profeta Isaías profetizó que la verdadera Luz (Dios) vendría a este mundo y (se haría visible) para todos cuando dijo: "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; y a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz les resplandeció" (Isaías 9:2)

Seiscientos años después (600dC), cuando Jesús volvió a hablar al pueblo, dijo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12). «Si estoy en el mundo, soy la luz del mundo» (9:5). Si decimos que tenemos comunión con él mientras andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado» (1 Juan 1:6,7). El salmista dice: «Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino» (Salmo 119:105). Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.  Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de la mesa, sino sobre el candelero, y alumbra a todos en casa." Mateo 5:14. Pablo dijo a los corintios: “Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).

Por medio del profeta Isaías, Dios dijo que haría del pueblo de Israel una luz para las naciones cuando dijo: “Te haré luz de las naciones, para que mi salvación llegue hasta los confines de la tierra” (Isaías 49:6).

Ahora, con las herramientas de la Física Cuántica, podemos, como lo hizo Einstein, demostrar científicamente que nuestro Dios, la Luz Verdadera, es real y tiene todas las características de la teoría dual (onda-partícula) de la luz natural de Einstein. Y que Jesús, su Hijo, también exhibe las mismas características de nuestro Padre celestial. Por eso, cuando Felipe se acercó a él, le preguntó que, !cuándo les mostraría a su Padre¡ de una vez por todas, Jesús le dijo: “¿Tanto tiempo hace que estás conmigo y no me conoces, Felipe?” “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).

Lo primero que Dios creó fue la luz. (Génesis 1:3). A partir de entonces, todo lo que Dios hizo tomó la luz (nanopartículas que no se pueden ver a simple vista) como base para su creación. A partir de entonces, todo lo que Dios hizo tiene como base la luz. (Hebreos 11:3) dice: “Por la fe entendemos que el universo fue creado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas que no se veían.”

Si pasas la luz natural a través de un prisma o las gotas de agua en un día lluvioso, puedes ver la esencia de la luz blanca, el sol, dispersa en sus siete colores básicos. El profeta Ezequiel vio la Gloria de Dios y dijo: "Como la apariencia de un arco iris en las nubes en un día lluvioso, así era el resplandor que lo rodeaba. Esta fue la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando la vi, caí sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba" (Ezequiel 1:28,29).

Análogo a la luz natural, compuesta por los siete colores primarios, el Espíritu de Jehová reposa sobre Jesús, al salir de las aguas del bautismo, en sus siete manifestaciones, según el profeta Isaías en el Capítulo 11:2: "Y reposara' sobre él el Espíritu de Jehová, Espíritu de sabiduría, Espiritu de inteligencia, Espiritu de consejo, Espiritu de Poder, Espíritu de conocimiento y Espíritu de temor de Jehová.

En su visión Apocalíptica, Juan vio en medio del trono... Un Cordero en pie como inmolado que tenía siete cuernos y siete ojos, los cuales son los siete Espíritu de Dios enviados por toda la tierra... Apocalipsis 5:6-7.

"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas." Hebreos 1:1-3

We are Enlighten by the Holy Spirit and Fire

When the day of Pentecost arrived, they were all together in one place. And suddenly, there came from heaven a sound like a mighty rushing wind, filling the entire house where they were sitting. And divided tongues as of fire appeared to them and rested on each one. And they were all filled with the Holy Spirit and began to speak in other tongues as the Spirit gave them utterance. (Acts 2:1-4 niv).   

God, as the True Light, used the electromagnetic spectrum (light) to create and still use it in His dealings with humanity. 

God is Light, Jesus is the Light of the world, We are Enlighten by Him to be the light for others.